
Durante los últimos días se está hablando mucho en la red de redes de un nuevo buscador, llamado
Cuil, que pretende ser competencia de
Google. Supongo que será a largo plazo. El nuevo aspirante a segundo buscador preferido por los usuarios es obra de algunos ex-trabajadores de Google, lo que le ha dado a la presentación en sociedad de la web un morbo añadido, además de un número excesivo de
referencias en prensa y blogs. En mi opinión es un número abultado porque Cuil no es gran cosa, al menos de momento, y existen
muchos buscadores en Internet que pueden ofrecernos un servicio mejor sin haber recibido tanta publicidad gratuita. Los promotores de Cuil afirman que su creación rastrea más páginas que los demás, algo que no dudo, pero eso mismo se le ha criticado en muchas ocasiones a Google, la cantidad de resultados en contraste con la calidad de los mismos. Si buscamos
Palencia en Cuil el resultado es desalentador, y no lo digo sólo porque salga a relucir un famoso futbolista cuyo apellido coincide con el de nuestra provincia. La mayoría de opciones ofrecidas no son representativas, no hay color respecto a Google. Lo único que me ha llamado la atención es el fondo negro de su página principal, que en mi opinión constituye todo un atrevimiento cromático. Sin duda Cuil se ha convertido en el fenómeno mediático de la red estos últimos días y la explicación que más me ha llamado la atención la he leído en el blog de Enrique Dans. En su bitácora afirma que hay tantas ganas de encontrar una alternativa real a Google que en cuanto aparece una con posibilidades de serlo, todo el mundo se lanza a comentarlo. Parece existir cierta preocupación por la acumulación de poder que Google atesora, ya que, por ejemplo, en España nueve de cada diez usuarios eligen esta web si tienen que realizar una búsqueda en Internet. Estas reticencias de ciertos sectores de la comunidad tecnológica parecen evocar los mismos sentimientos que terminó provocando la empresa Microsoft y uno de sus creadores, Bill Gates. Vuelve el miedo al Gran Hermano todopoderoso. Si Cuil llega o no a ser un verdadero problema para Google será algo que veremos en el futuro. Lo único que queda claro hasta la fecha es que de momento no existe competencia… ni rival.
Publicado en la edición impresa de Diario Palentino el día 2 de Agosto de 2008
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