Hay días en los que una melodía se agarra a tu mente y te pasas el día tarareando la copla en cuestión mientras dedicas el tiempo a tareas más productivas. Yo llevo un rato largo con Manolo Escobar metido en la sesera, y una de sus canciones bandera me atormenta sin descanso. Me despierto por la noche, sudoroso y agitado, mientras el tupé del cantante me mira como si de la cornamenta de un Miura se tratase. Precisamente. Tratando de analizar el porqué de mi desvarío mental y zozobra musical, me he dado cuenta de que durante esta semana hemos asistido a interesantes sesiones del debate sobre la prohibición de las corridas de toros en Cataluña. Lo tenía delante de la cara, y no me estaba enterando. Ése era el mal que me enviaba al cantante de Almería para que no me olvidase del asunto.(SIGUE) Leer la columna completa en Estrella Digital
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2 comentarios:
Leo tu artículo y me sorprende viniendo de una persona asidua a las ferias taurinas de San Antolín. Que un asiduo a la fiesta ahora se preocupe por el toro es digno de estudio, podría explicarlo un pco mas para que otros tomen nota
Sin ningún problema. Es lo que se llama hablar con conocimiento de causa. Sería de un necio criticar algo sin conocerlo, incluso a fondo. Como espectador y también como reportero gráfico, he vivido la fiesta de los toros lo suficientemente de cerca como para poder opinar con bastante criterio en el asunto. Gracias por el comentario!
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