La confrontación demoscópica ha dejado un balance importante de heridos en el Partido Socialista Obrero Español. Utilizadas como ariete las encuestas para tumbar la candidatura de Tomás Gómez a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, el melón que se abrió con ese debate fue una caja de truenos que todavía hoy muchos se esfuerzan por volver a cerrar.
La lógica aplastante que tenía el razonamiento de “lo que vale para Tomás, vale para Zapatero”, no por perogrullada ha dejado de convertirse en un martillo pilón que aporrea las conciencias, y las comparecencias, de muchos que apoyaron a Trinidad Jiménez en ese viaje a ninguna parte que fue su candidatura en las primarias madrileñas.
Señalados José Blanco y Alfredo Pérez Rubalcaba por media izquierda política y mediática como los muñidores de la “operacin Trini”, no ha pasado un día desde la derrota de la Ministra sin que alguien llegue para incordiar y le pregunte a uno u otro si siguen opinando lo mismo sobre los sondeos como herramienta para definir el candidato de un partido político para un cargo público de primer nivel. Los hay cansinos, y si son periodistas más.
Siga leyendo, que ahora viene lo bueno...
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