Lo ha publicado Rafael Simancas en su blog. Se trata de los puntos que los controladores aéreos pretendían hacer firmar al ministerio. Recuperar sus privilegios, seguir siendo un lobby de poder en nuestro país, convertir su profesión en una casta de iniciados, todavía más si cabe. Pues al final va a ser que no.
Las reivindicaciones "laborales, en crudo:
- Contabilizar como horas extraordinarias hasta un tercio de su jornada de trabajo habitual, a fin de alcanzar unos salarios de entre 300.000 y 1.000.000 de euros anuales, por jornadas de trabajo efectivo que rara vez superan las 10 horas semanales. Eso sí, con cargo al tesoro público y a los impuestos de los ciudadanos.
- Jubilarse a partir de los 52 años percibiendo el salario íntegro, horas extraordinarias incluidas.
- Organizar su propio régimen de trabajo y su propio régimen salarial, de tal manera que sean ellos mismos, a través de su “sindicato”, quienes determinen cuándo, cómo y cuánto se trabaja, y cuánto se cobra, independientemente de las necesidades del servicio. Buscan, por ejemplo, acumular jornadas de trabajo y guardias para asegurarse vacaciones de dos semanas por cada tres días de trabajo efectivo.
- Garantizar el control por parte de su “sindicato” del acceso a la profesión y la formación de los nuevos profesionales, a fin de solo sean sus familiares y amigos quienes se incorporen a la “casta” de privilegiados.
- Convertir la legislación vigente en papel mojado ante sus reivindicaciones, de tal manera que cualquier disposición legal aprobada legítimamente por los representantes de los ciudadanos deba derogarse frente a sus chantajes.
1 comentarios:
Falso, como de costumbre: los salarios de los controladores no salen del Tesoro, sino que los paga la empresa (AENA) a partir de las tasas.
Las tasas no son impuestos. Son precios públicos: el coste de un servicio que te presta una empresa pública. Ejemplo para no iniciados: el billete del autobús.
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